Empezamos el año con la triste noticia del fallecimiento de Walter Cunningham, a la edad de 90 años, el pasado martes 3 de enero. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado emitido por NASA.
Elegido en el tercer grupo de astronautas de la NASA en 1963, Cunningham se convirtió en el segundo civil en volar al espacio cuando se lanzó el Apolo 7 el 11 de octubre de 1968. La misión de 11 días sirvió como prueba del módulo de mando una vez que fue rediseñado después del trágico accidente del Apolo 1.
La designación de Cunningham en el Apolo 7 fue la de piloto del módulo lunar (LMP), a pesar de que no voló ningún LEM. Por ello, Cunningham fue responsable de los sistemas de la nave asociados con el lanzamiento y la navegación.
El primer y único vuelo espacial de Cunningham terminó el 22 de octubre de 1968, cuando él y sus compañeros de tripulación del Apolo 7 amerizaron en el océano Atlántico 10 días, 20 horas, 9 minutos y 3 segundos después de abandonar la Tierra.
Cunningham era el único astronauta del Apolo 7 que seguía vivo puesto que Eisele murió en 1987, seguido, dos décadas después, por Wally Schirra en 2007.
En los últimos años, Cunningham se dedicó a impartir varias conferencias y a escribir artículos contra los alarmistas del cambio climático.
Personalmente, Cunningham era uno de mis astronautas favoritos del Programa Apolo por varias razones; una que era físico como yo y la otra por haber podido asistir a una conferencia suya que impartió en Madrid en el año 2019.
Godspeed Cunningham!
ANOTACIONES RELACIONADAS:
- Curiosa fotografía del lanzamiento del Apolo 7.
- El maldito resfriado.
- Qué hacer si no tienes (o no quieres ponerte) el casco en una nave espacial durante la reentrada a la atmósfera.