50 años del incendio del Apolo 1

Tripulación del Apolo 1. De izq. a dcha: Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee.
Tripulación del Apolo 1. De izq. a dcha: Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee.

Hoy, 27 de enero de 2017 se cumplen 50 años del terrible accidente del Apolo 1 que costó la vida a sus tres astronautas.

En Mayo de 1961, el Presidente de los EE.UU. fijó el objetivo de llegar a la Luna antes de que acabase esa década por lo que, desde ese momento, toda la Administración norteamericana, liderada por NASA, se puso a trabajar para conseguir la meta de Kennedy.

Los Soviéticos, aunque no lo llegaran a reconocer oficialmente, aceptaron el reto lanzado por Kennedy y, hasta unos años más tarde, siguieron liderando la exploración y la tecnología espacial. Los norteamericanos no podían perder un segundo por lo que George Mueller, el administrador asociado de NASA en aquel momento, decidió que no había tiempo para hacer lanzamientos de prueba unitarios, como se venía haciendo hasta ese momento, y por tanto, había que probar varios componentes a la vez en cada lanzamiento.

La tripulación del Apolo 1 no ocultaba su preocupación sobre ciertos aspectos de la misión.
La tripulación del Apolo 1 no ocultaba su preocupación sobre ciertos aspectos de la misión.

El primer lanzamiento de prueba tripulado se había planeado para el mes de febrero de 1967 y, por esta razón, el 27 de enero de ese año, los astronautas Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee simularon un ensayo dentro del módulo de mando que estaba situado en la plataforma de lanzamiento 34 en Cabo Cañaveral.

Después de unas cuantas horas de ensayo saltó una chispa eléctrica que produjo un incendio catastrófico dentro de la cápsula. Como la atmósfera dentro del módulo de mando era de oxígeno puro produjo que las llamas se extendieran muy rápidamente. Se cree que el astronauta Roger Chaffee fue el que gritó la triste y famosa frase: «¡Hay fuego en la cabina!». La presión en el interior aumentó y como la escotilla se abría hacia dentro y no hacia fuera de la nave, fue imposible que los astronautas pudieran salir, por lo que murieron enseguida por inhalación del humo. El Presidente de los EE.UU. fue informado prácticamente enseguida del terrible accidente mediante una nota escrita como ya contamos en este blog hace un año.

Almacenamiento del Apolo 1.
Almacenamiento del Apolo 1.

El diario español ABC informaba unos días antes sobre el ensayo previo al lanzamiento y posteriormente, por supuesto, de los terribles acontecimientos ocurridos aquel 27 de enero de 1967.

Noticia sobre el Apolo 1 en el diario ABC del 28 de enero de 1967.
Noticia sobre el Apolo 1 en el diario ABC del 28 de enero de 1967.

Tras el accidente hubo una investigación exhaustiva que aunque no canceló el Programa Apolo, si lo retrasó un tiempo precioso. Sin embargo, las conclusiones de esa investigación hicieron que la seguridad de los futuros vuelos del Programa Apolo aumentara considerablemente. Entre las medidas más importantes que se tomaron con posterioridad estaba la de rediseñar la escotilla de la nave, abriéndose hacia afuera en 10 segundos (la anterior no se podía abrir en menos de 90 segundos), se cambió la atmósfera para que no fuera de oxígeno puro, se mejoró el aislamiento de los cables y se redujo considerablemente el número de materiales inflamables en el interior de la nave. Estas mejoras, probablemente, impidieron que el accidente del Apolo 13 fuera aún más grave cuando se volvió a activar el módulo de mando justo antes de la reentrada en la atmósfera terrestre evitando cortocircuitos en los paneles mojados por la condensación.

Este terrible acontecimiento en la Historia de la exploración humana del espacio impactó en algunos artistas. Es el caso de James Rosenquist que en 1970 pintó un cuadro titulado «Cápsula flamenco», que dedicó a los tres astronautas fallecidos. Más recientemente tenemos el caso del grupo musical Public Service Broadcasting que dedicó la cuarta canción (Fire in the cockpit) al Apolo 1 en su album «The race for space«.

Portada del albúm "The race for Space" de Public Service Broadcasting.
Portada del albúm «The race for Space» de Public Service Broadcasting.

Para finalizar, recordamos las palabras que pronunció Gus Grissom en una entrevista que concedió tres semanas antes del incendio que le costó la vida:

Si morimos, no guarden luto. Estamos embarcados en una empresa peligrosa y aceptamos los riesgos. El programa espacial tiene demasiado valor para el país como para detenerlo en exceso si alguna vez ocurriera un desastre.

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