Operación Avalancha de Matt Johnson y Josh Boles (2016). Parece que se está poniendo de moda últimamente hacer películas sobre la conspiración lunar. Si hace unos meses reseñábamos, en este mismo blog, la película protagonizada por el estupendo Ron Perlman titulada Moonwalkers (2015), sobre cómo los máximos responsables de NASA, con la inestimable ayuda de la CIA, intentaban contratar a Stanley Kubrick para que filmara en un plató el supuesto montaje lunar, ahora nos llega esta otra cinta que participó en el festival de cine de Sitges del 2016.
El argumento parte de que la CIA cree que un agente soviético se ha infiltrado en NASA en 1967, es decir, el año en el que se produce el accidente del Apolo 1 y dos años antes de que termine el plazo fijado por el Presidente Kennedy para llegar a la Luna. Pues bien, unos tipos que trabajan en el departamento audiovisual de la Agencia, se enteran y proponen a la CIA ir a las instalaciones de NASA para hacerse pasar por unos documentalistas que van a grabar a todos los que trabajan allí con el fin de hacer un falso documental y detectar al supuesto espía. Sorprendentemente la CIA aprueba el plan y los pone manos a la obra. El resultado no lo vamos a desvelar pero realmente es lo de menos.
Es lo de menos porque la película, en nuestra opinión, es poca cosa. Aburrida incluso. Da la sensación de que está grabada con pocos medios, además los actores principales son también los guionistas – y uno de ellos es incluso el director -. La historia es un lío. Enrevesada. Si eso no fuera poco, la cinta tiene un ritmo muy pesado, con diálogos lentos y silencios largos entre frase y frase. Sólo hay una escena reseñable: la persecución de los coches. Lo mejor de la película. No podemos tampoco dejar de mencionar el estilo que han utilizado para contar la historia; el metraje encontrado y los 16 mm.
Es interesante destacar que muchas secuencias fueron grabadas en las propias instalaciones de NASA, como se puede reconocer en algunos planos, especialmente en el MOCR de Houston, lo cual hace que te preguntes por qué NASA entra al trapo de proyectos que tratan sobre la conspiración lunar. Pues bien, parece ser que el director y guionista del film mintió para conseguir el permiso de NASA. No me extrañaría que ahora se estuvieran arrepintiendo en Houston.
Para echar un poco más de leña al fuego sobre esta película, diremos que también se hace un mal uso de la documentación oficial y de las fotografías, mezclando fechas y misiones. Utilizando documentación y fotografías que aún no se habían creado por ser de misiones posteriores a 1967. Eso sí, para el espectador que no esté acostumbrado a ver los Mission Reports de NASA de aquella época, seguro que dará el pego.
La conspiración lunar sigue de moda, y el cine actual parece que quiere aprovechar el tirón. Sin embargo, lo que realmente se echa de menos son películas como Apolo 13 o series como De la Tierra a la Luna. Auténticas maravillas que siguen fielmente la historia y cuidan los detalles hasta el máximo extremo. No estamos en contra de que se hagan películas de ficción teniendo de base los hechos del Programa Apolo u otros, pero creemos que hacer películas con guiones enrevesados que no aportan nada y echan más gasolina al fuego de los conspiranoicos no es el camino a seguir.
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