En Abril de 1970, la misión Apolo 13 fue lanzada hacia la Luna utilizando un cohete Saturno V. El cohete Saturno tenía 3 etapas, es decir, 3 cohetes más pequeños unidos uno detrás de otro. Mientras la primera y la segunda etapa volvían a caer a la Tierra después del lanzamiento, la tercera etapa, llamada también S-IVB, se encargaba de propulsar a la nave Apolo, incluyendo el Módulo Lunar a una órbita lunar. Una vez que la tercera etapa consumía todo el combustible se separaba de la nave Apolo e impactaba en la superficie de la Luna. El lugar de impacto de estas etapas desgastadas era conocido perfectamente debido al seguimiento que se hacía desde las antenas de seguimiento en la Tierra.
Los impactos de las etapas S-IVB se utilizaron para calibrar los sismómetros que los astronautas instalaron en la superficie de la Luna entre 1969 y 1972. En la misión del Apolo 13 solamente el sismómetro del Apolo 12 , instalado 5 meses antes, estaba disponible. El impacto de la tercera etapa tuvo lugar a unos 135 Km de distancia del sismómetro.
El equipo de la sonda LRO ha identificado ahora los cráteres asociados a los impactos de las terceras etapas según las predicciones de aquellos años. Para ello han utilizado la gran precisión del LRO. La localización exacta de los impactos, va a permitir reanalizar los datos sísmicos para mejorar los modelos de propagación de ondas dentro de la Luna. Finalmente, hay que recordar que la red sismográfica capturó más de 13.000 anotaciones que permitieron presentar algunos de los más importantes resultados científicos de las Misiones Apolo.
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