(Ojo que a lo mejor te destripo algo) Para ir al grano: la serie surconreana Mar de la Tranquilidad (The Silent Sea) de Netflix no me gustó. Las licencias que se toman y muchas situaciones que ocurren parecen tan surrealistas que solo se pueden tomar como un troleo de mal gusto.
El despegue en la Tierra, con un copiloto al que nadie conoce que entra en la nave cinco minutos antes, si cinco, el aterrizaje en la Luna y, durante el resto de los capítulos, la gravedad lunar que parece que solo afecta a los astronautas cuando están fuera de la base, son ejemplos de situaciones que, cada vez que las recuerde, me provocarán una úlcera en el estómago.
Y eso que al principio iba con ilusión para verla; me la habían recomendado y las últimas series surcoreanas que he visto (El juego del calamar, Kingdom) junto con la película Parásitos, me gustaron. Pero los surcoreanos aún están lejos en eso de hacer series del espacio.
El “agua de Luna” se me ha atragantado desde el minuto uno. Ojalá se hubiera quedado en un perfume solamente.
(Luis, lo siento, hice lo que pude).
ANOTACIONES RELACIONADAS:
- ¡Vaya historia! la serie documental de Netflix que te cuenta la carrera espacial en 20 minutos.
- Para toda la humanidad (For all mankind), la serie ucrónica.
- Regreso a la Luna.
