Uno de los temas más delicados en cualquier misión espacial tripulada es el de la higiene de los astronautas. Si la misión dura unas dos semanas, como era el caso de las misiones lunares del Programa Apolo, la cosa se complica un poco más.
Dentro de la higiene personal, el afeitado de los astronautas era un tema prioritario. Realmente no se inventó nada especial para ellos y utilizaban maquinillas de afeitar normales, como la Gillette Techmatic. Era necesario, eso sí, ponerse bien de espuma de afeitar para evitar que los pelos quedaran flotando por la nave. Se descartó usar maquinillas de afeitar eléctricas porque no se podían enchufar a ningún sitio dentro de la nave.
En el Apolo 14 (Shepard y Roosa) utilizaron una maquinilla que funcionaba dándole cuerda. Era el modelo Mónaco de la marca Haverhill’s. Mitchell decidió dejarse barba. Hay que recordar aquí que afeitarse no era obligatorio y el caso de Mitchell dejándose barba no fue el único dentro de los astronautas que volvieron de la Luna. Por ejemplo Michael Collins (Apolo 11) se dejó bigote y Jack Schmitt (Apolo 17) barba como puede verse en el montaje fotográfico siguiente.
Aunque no lo parezca, afeitarse, para algunos astronáutas, era importante ya que no podían ducharse. Por ejemplo, Eugene Cernan, en el Apolo 10, dijo sentirse «revitalizado» después de afeitarse. La tripulación del Apolo 8, y seguramente algunas otras, tuvieron a su disposición una maquinilla eléctrica en el helicóptero que los trasladaba desde el punto de amerizaje hasta el buque de rescate, con el fin de que se afeitaran rápidamente antes de llegar a la cubierta del barco. Sin embargo, como se puede ver en las fotografías, sólo Borman, del Apolo 8, parece que la usó.
NASA, en su momento, realizó unos ensayos con una maquinilla eléctrica que incorporaba una especie de manguera de vacío que aspiraba los pelos pero al ver que no tuvo mucho éxito dejó apartado el asunto.
ANOTACIONES RELACIONADAS: