Cuando pensamos en coches rápidos pensamos en estabilidad. Pero ¿se es más rápido por ser más estable?
Un coche (sistema) es estable si a una entrada acotada (mover el volante, acelerar, frenar) se produce una respuesta acotada. Al reves, el sistema es inestable si a la misma entrada se tiene una respuesta no acotada: aceleras y el coche puede salir hacia adelante, girar sobre sí mismo u otras respuestas indeseables.
Un buen día, los que saben de aerodinámica en USA se dan cuenta de que los sistemas inestables tienen respuestas más rápidas que los estables, pero que no se pueden controlar. Así que se ponen a pensar en cómo controlar esos sistemas… De ahí sale el F-16, un avión capaz de volar como un ladrillo pero que gracias a sus sistemas electrónicos de control resulta que vuela mejor que los otros aviones.
Como en la F1 ya no se permiten sistemas electrónicos de control, el único sistema de control que queda es el piloto. Si los diseñadores hicieran un coche muy rápido y que como sistema fuera inestable (para que fuera más rápido de reacciones), el piloto se volvería loco ya que aunque pilotara el coche de forma parecida en dos vueltas en una haría un tiempazo y en la siguiente tromeparía a los pocos metros. O incluso peor, el coche podría no dejar de girar sobre sí mismo sin sentido.
Así que aunque los coches que sean sistemas inestables son más rápidos que los estables, como el reglamento no permite controladores electrónicos o le implementamos los controladores electrónicos al piloto (bastante improbable) o se siguen diseñando coches que sean sistemas estables. O se echa a Max Mosley y se cambia el reglamento.
¡Un saludo!